domingo, 20 de marzo de 2011

(1)
cielo gris, gotas de paciencia,
calado hasta los huesos de vacuidad,
amarga miel, para mi la más dulce...
hallaré en este sucedáneo de verdad
mi propia mentira.

(2)
Gélida candela, la decadencia te arropa,
ser uno contigo es una dádiva,
cuando los puentes del río cayeron,
no existen corazones de acebuche
en este valle aun sin florecer.
Para los amantes del teatro aviso,
en vela que vosotros veis luz, yo solo espesa cera…

(3)
Seguiré alimentando
inertes patos en el lago,
seguiré haciéndolo...
hasta que deje de abrazar la cordura,
hasta caer rendido por la desesperanza,
hasta que lo preconcebido
conozca la desidia más absoluta,
hasta ser yo su propio alimento,
hasta sentir en su fondo mi propia verdad…

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